soy tiziana, la rebelde contenta
He heredado la locura y el atrevimiento de mi padre, el anticonformismo y la independencia de mi madre, y de ambos, la adicción a los viajes.
entre derrotas y éxitos
En cada etapa de mi vida he cambiado de ciudad y trabajo, empezando desde cero, entre derrotas y éxitos.
Nací en el sur de Italia, en el tacón de la bota, criándome entre la sal marina y el olor a olivos. Me mudé a Roma para lograr mi sueño de ser arquitecta y donde me quedé 22 años, trabajando y criando a mi hijo. Luego volví a empezar desde cero, debido a la crisis económica de 2010 en el sector de arquitectura y construcción, y me lancé a ser comercial de servicios.
Sintiendo que quedarme en la ciudad de Roma ya no me permitía evolucionar, pasé una pequeña temporada en el norte de Italia, donde vivía mi hermano. Pero al final, me lancé a llevar a mi hijo a vivir en el extranjero, en España, donde actualmente vivo. Aquí he emprendido en la hotelería hace 9 años y en el sector inmobiliario, el cual acabo de dejar para lanzarme al marketing digital.
Siempre me ha gustado cambiar y desafiarme. Cuando empezaba a sentirme en un vestido demasiado estrecho, no siempre debido a engordar, sino porque la situación me agobiaba, frustraba y no me dejaba ser yo misma.
Cada vez que, a lo largo de mi vida, me he sentido atrapada en una encrucijada entre ser yo misma persiguiendo mis valores, principios y pasiones, o resignarme y sentirme frustrada yendo en contra de mis pilares fundamentales.
La pasión, la rebeldía y la honestidad han sido siempre los que me han iluminado el camino y nunca pasaré de ellos en mi vida.
Mi madre siempre me dice que me falta la tierra debajo de los pies.
Siempre me gusta hacer y deshacer, cambiar, involucrarme y perseguir mis pasiones. Mi resiliencia, perseverancia y constancia, desarrolladas a lo largo de mi vida, han sido la base para cambiar cuatro veces de trabajo, empezando desde cero en diferentes lugares y construyendo a mi alrededor siempre una comunidad afín a mis valores, principios y pasiones.
Me encanta seguir descubriendo quién soy y adónde voy, sin sentirme atrapada en una jaula, para continuar siendo cada día la mejor versión de mí misma a lo largo de mi vida. La vida no es escalar la montaña sino excavar, conocernos y saber adónde vamos para lograr la serenidad y la felicidad. La vida nos pone a menudo duras pruebas, pero siempre hay que buscar soluciones para no quedarnos estancados en los problemas, sino seguir y perseguir nuestros sueños.
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